Como Cagancho en Almagro

martes, 7 de julio de 2015 14:44 By José Muñoz Sánchez

Se esté a favor o no de la tauromaquia, hay que reconocer que se pueden contar por centenas las expresiones que nos deja este mundillo, y que reflejan muchas situaciones de nuestra vida cotidiana. Expresiones tales como "coger el toro por los cuernos", "cortarse la coleta", "echar un capote", etc forman parte de nuestro rico lenguaje. Quizá menos conocida es la de "quedar como Cagancho en Almagro" que hace referencia a la histórica faena que realizó el diestro en la ciudad de las berenjenas, el encurtido y el corral de comedia. Y es que cuentan los historiadores que el bochorno fue de tal calibre, que los allí asistentes le tiraron hasta botijos.


Pues bien, esa expresión sirve perfectamente para reflejar mi actuación en el Trail de Peñalara 60K. Me las prometía muy felices y es que el camino que había llevado hasta el día de la prueba había sido casi inmaculado, ganando casi todas las pruebas en las que participaba y sino quedándome muy cerca. Pero claro, una cosa son carreras de 1h 40' y 20 km y otra muy diferente es correr 65 km, y cuando digo correr es correr, y además bajo un sol de justicia, aunque ese era para todos igual. 

El primer y principal problema que tuve es que creo que me auto presioné demasiado, aunque como bien vaticiné en Facebook para quitarme un poco de esa presión, si no lo hacía bien no pasaba nada, pero era evidente que si que pasaba. 

El segundo contratiempo y un poco a colación del primero, fue que estaba demás de nervioso y eso repercutió en una serie de problemillas físicos en los dos días previos a la carrera. Problemillas que luego no se reflejaron en carrera pero que siempre siembran dudas. 

 Y por último estaba el calor, bueno, mejor dicho, el puto calor. No es normal que a las 10 de la mañana en plena sierra de Madrid hubiera casi 35ºC, y repito que no fue el motivo por el cual abandoné, pero si que influyó mucho. 

Con estos condicionantes me presentaba en la línea de salida con toda la ilusión del mundo.

 Breve charla con los leones de Navatrail y de repente llegan Luisete y Silvino, famoso corredor de la tribu Tarahumara, que en principio iban a correr la ultra pero que al final se decantaron por nuestra carrera. A modo de anécdota decir que Silvino corrió con unas Nike Free, tirando por la borda toda nuestra "tontería" con respecto al material. 

Arrancamos y nos calentamos un poco en las primeras rampas, formando un grupito de cabeza en el cual no vamos muy rápido pero tampoco lentos. Me coloco primero para marcar el ritmo y nos quedamos tres componentes, Silvino, Manu (un chico de Béjar que iba como un avión) y yo. Vamos haciendo camino hasta coronar Morcuera y empezar la pestosa, por corrible, bajada a Rascafría. Silvino se queda un poco ya que paró al avituallamiento, pero rápidamente nos coge. 



Llegamos al avituallamiento de Rascafría, con Luisiete pisándonos los talones, cambio los botes,veo a la familia, como algo y para arriba dirección Reventón. Manu sale un pelín antes y se escapa unos 20'', luego salgo yo y justo detrás de mi Silvino. Estamos ya por el km 27 y yo empiezo ya a rayarme un poco. No sé el motivo, pero la cabeza empezaba ya a ramalear. Sigo subiendo y Silvino se me escapa un poco pero le mantengo la distancia de 30'' durante un par de kilómetros. Pero entonces es cuando me viene el bajón. Llevaba los botes medio acabados y eso que acaba de rellenar, y me da por mirar el reloj, 32 km llevaba y 30 me faltaban ¡ ZAS en toda la boca!, me vengo a bajo definitivamente. 

Empiezo a caminar durante largos tramos, y siguen sin cogerme, por lo que me intento convencer de seguir hasta el avituallamiento del Reventón. En este tramo me coge el corredor que venía 4º y un poco después Luisete, les doy ánimos y sigo a lo mío, a veces andando y otras corriendo. Llego al avituallamiento y me siento tranquilamente a comer y beber, a ver si se me pasa la torrija, pero no hay manera, por lo que desecho la idea de continuar hasta Cotos y emprendo la bajada hasta Rascafría otra vez. La bajada de vuelta la hago corriendo mientras doy ánimos a todos los valientes que aun seguían en carrera. Llego al avituallamiento de Rascafría otra vez y ya me están esperando mi hermano Rober, mi madre y Melani. Y aquí es donde termina mi andadura en el Trail de Peñalara 2015. Una pena ya que había puesto mucho sacrificio y muchas horas de entrenamiento para luego nada, pero aquí reside la grandeza del deporte, que unos días eres el sheriff del condado y otros días un piltrafilla. 

Dar la enhorabuena a Silvino por la victoria, ya que si yo he hecho esfuerzo para prepararlo, él ya ni os cuento, y a Luisete por el podio. Y sobre todo a mis compis de Navatrail, Óscar, Chicho, Jason y Carlos, por el carrerón que hicisteis, sois unos animales. 

Y por último y como siempre digo, muchas gracias a todos los que me apoyasteis vía Facebook ya que si cuando gano estáis de diez, cuando las cosas me salen mal estáis de doce. GRACIAS.

Volveré....