¡ 2014, allá vamos !
Toc-
Toc, ¿hay alguien por aquí? No será que no he tenido motivos para actualizar,
pero como es habitual en mí, he ido dejando los trabajos de la universidad para
última hora y no he dispuesto de todo el tiempo que hubiera querido para enredar por el blog.
Si a esto le sumas que ando pelaete de wi-fi últimamente, ya que como muchos
sabréis ahora vivo en Talavera por reforma en la casa de Pepino. Mira que
Talavera está a solo 8 kilómetros de Pepino, pero me hace un trastorno del
copón a la hora de entrenar, ya que no controlo el terreno todo lo que me
gustaría. Y es que cuando uno está acostumbrado a lo bueno de su pueblito
bueno…. Pero bueno, me queda pizca y ná de estar “encarcelado” en el piso de
Talavera y es que, tiene cojones, con perdón, con lo que me he quejado a mi
madre y hermanos cuando me mandaban a hacer recados de tener que bajar las
escaleras de casa y ahora hasta las echo de menos, porque los recados en una
casa de 6 miembros los hace el hermano
chico, eso es así, aunque tengas 24 años como es el caso.
(No había mal plantel) |
Desde
el maratón de Valencia han pasado bastantes cosas, carreras por monte, algún
duatlón cros, entrenamientos molones, carreras de asfalto, etc., Pero sobre todo y lo que más hay que destacar
es que me ha salido una barba que parezco el rey Gaspar, y que por el momento
no tengo mucho pensamiento de afeitarme.
(Liebre de lujo) |
Como
decía he corrido un par de carrerillas, el duatlón cros de Segurilla y la
carrera por montaña Tierras de Viriato, o lo que es lo mismo, “la que hubo en
el Piélago”, obteniendo resultados muy similares pero sensaciones muy distintas
en carrera, sobre todo marcado por el maratón de Valencia, ya que meterte pa el
pecho un duatlón a los 15 días de haber corrido un maratón en 2h 45’ aprox, no
es lo más recomendado. Pero para chulo yo y para más chulo encima hice el mejor
parcial de la primera carrera a pie, aunque luego en la bici me pasaron por
encima, como era de esperar por otra parte. Como le dije a Arri, si este año
con una semana de bici hago 4º general y 2º senior, al año que viene entreno dos semanas y arraso… Bromas aparte, los que
me ganaron no eran cojos precisamente, ganó un tal Pelayo, al sprint con el
conocido Caimán de Sonseca, Osquitar. Entre medias se metió un máster de
Cuenca, que fue el que me hizo polvo básicamente, ya que pegaba unos palos en
bici que ni Cancellara subiendo el Kapelmuur en De Ronde y me sacó de punto
totalmente. Por detrás cerraba el Top 5 Joselu. Por equipos repetimos victoria
como el año pasado. Los Kiwis intratables en Segurilla una vez más, para gozo y
disfrute de uno de los componentes más carismáticos del club, a la par que
organizador, Pedro Cristalero.
Tras el
duatlón, cambio de chip y a preparar la que a partir de ahora será “la del
Piélago”. La mini preparación que llevé fue sencilla, ya que secretos
tengo pocos a la hora de entrenar, no es
otra que monte, monte y más monte, y si no se puede monte, pues por lo menos
que haya desnivel. Unas veces en Santa Bárbara, otras en los muros del pinar de
Olías, otras incluso por el casco histórico de Toledo, algunas por el propio
circuito de la carrera y por supuesto no podían faltar los entrenamientos por
mi terreno de caza que diría Alix, en Pepino.
(Foto: Marquitos Valero) |
Así
llegaría la cita, y yo podía considerar que llegaba bastante bien de forma ya
que había pasado ya un mes del maratón y la fatiga había remitido (un saludo a
los que se matan a entrenar y no descansan) y sobre todo al conocer el terreno,
llevaba bien clara la estrategia a seguir en carrera. Una de las (bastantes)
cosas que me ha marcado a fuego el míster es ir siempre con una estrategia a
seguir, es importantísimo, de verdad, sin dejar un pequeño margen a la
improvisación, claro está. En mi caso estaba clara, al ser la primera mitad de
carrera bastante corrible, abrir todo el gas que pudiera para abrir hueco y así
ir menos presionado en las zonas técnicas, que es donde peor lo paso. Y la
verdad es que fue todo según lo estipulado, de inicio y tras los 200 metros más rápidos que he visto
en mi vida en una carrera por monte a cargo de Samu, se va Llorens (es cojo) y a
su culo Vicente Redondo (otro tullido) ambos de Cuenca, ambos colegas. Yo me
quedo un poco por atrás ya que me habían avisado quienes eran. Cuando aumenta
el desnivel subiendo a los Pelaos aprieto un poco y cojo a Vicente, de Llorens
ya no supe más, y aunque parezca inverosímil suelto a Vicente bajando hacia la
carretera. Luego me dijo que estaba lesionado y se estaba recuperando, y fue
cuando me cuadró todo jaja. Corono el Monte de Venus (si, se llama así) y llega
la primera bajada técnica. Me acompaña en este tramo Alfonso, del Salomon
Agisko, que está de miranda hoy pero que él de miranda bajaba silbando y yo en
cambió más forzado que los chistes de andaluces. Pasan los metros y Vicente me
va recortando hasta que finalmente me pasa al cruzar la carretera por segunda
vez, que también es donde empieza la parte más dura de la carrera, por lo que
no me cebo. Cortafuegos arriba, corta fuegos abajo vamos manteniendo la
distancia, que será de unos 20-30’’, hasta que coronamos las antenas y él se
para a beber en el avituallamiento y yo no y es cuando le cojo, pero como la
alegría dura poco en casa del que es un cagón bajando, en la bajada me vuelve a
soltar, metiéndome 11’’ en meta. Entro 3º general, 2º senior y por equipos primeros
otra vez, con su consiguiente lote de productos provenientes del cerdo.
(Equipazo) |
Tras
esta carrera, seguí entrenando bien, hasta que mitad los excesos de nochebuena
mitad un chaparrón entrenando por el monte me dejaron out 3 días. Malestar
general y la garganta algo jodida fue el resultado. Entrené otros 3 días bien y
es cuando decidí adelantar el descanso, influenciado también por el tiempo, que
no ha parado de llover en 5 días. El último entrenamiento del año fue en la I
San Silvestre de Pepino, 3km en pañales y con peluca, casi ná. Desde entonces
nada más que engordar para la matanza, me han faltado solo las bellotas.
Hamburguesas, pizzas, polvorones, pollo frito, algún combinado de whisky y
sprite, algún zumito de cebada, roscón… esa ha sido mi dieta, vamos, lo normal
en estas fechas.
Para
terminar decir, que ya tengo el calendario definido y que hay dos grandes
citas, Maratón de Madrid, con el objetivo nada ambicioso de bajar de 3h y el
Trail corto de Peñalara 60 k, donde el objetivo va a ser hacerlo decente, y
quién sabe, lo mismo hasta disputar un poco con los de delante… yo apuesto por
mí y tú, ávido lector, espero que también.