Respeta la distancia, nano.

lunes, 18 de noviembre de 2013 22:18 By José Muñoz Sánchez

¡ Qué pasa nanos! Aprovechando la calentura, en el buen sentido de la palabra, del momento voy a soltaros todo el ladrillo sobre el maratón de Valencia que como lo vaya dejando me dejo cosas en el tintero y ya sabéis que la riqueza está en los detalles

La semana empezaba con un poquito de incertidumbre y con mucho dolor ya que tocó masaje con el señor Carlos Curiel. Te deja nuevo, pero no veáis el jupe que pega a las piernas, como si le hubieras hecho algo malo a él o a alguien de su familia. Hasta aquí la parte de dolor, en cuanto a la incertidumbre me refiero a un pequeño dolor que me surgió en la planta del pie izquierdo a raíz del último rodaje de 20 km. Tenía toda la pinta de ser un principio de fascitis plantar, así que había que tener cuidado con ello y tratarlo en la medida de lo posible. Ibuprofenos, ejercicios con pelotas de tenis, bajada de intensidad de entrenamientos, poner una vela a la virgen, juntar las siete bolas de dragón, en fin, lo normal ante un imprevisto de última hora antes de un maratón.

(Real Pepino F.C)
Damos al FFW y pasamos al viernes (más que nada para evitar cosas que no vienen al caso jaja). El viernes el dolor era inapreciable corriendo y un pelín molesto al andar, pero parecía solventado. Macuto y para Madrid que nos vamos Melani y yo a recoger a mi hermano, que al igual que yo, iba a debutar en la distancia. Si me llegan a decir hace dos años que iba a acabar compartiendo nervios, geles, dorsal, etc, con mi hermano en un maratón me habría reído y mucho.
Cogemos su petate y marchamos para Valencia (un saludo para  Melani y otro para Jordi) . Viaje más o menos normal y llegamos a la casa que habíamos alquilado para toda la expedición que íbamos para allá. Mientras van llegando los que faltan, nos acicalamos y salimos a correr un ratillo para desentumecernos del viaje. Los jardines del Turia una pasada.
Una vez reunido todo el grupo, cenita por Valencia y a la piltra que hay que descansar.

                                 

(Casi ná)
El sábado más de lo mismo, carrera suave por la mañana a la que se unen Jacobo, que también debutará, y Juanjo que ha venido a que le demos envidia. Ducha y a hacer un poco de turismo por la ciudad. Y aquí es cuando viene casi el mejor momento del fin de semana, el momento de la comida del sábado. ¡ Pedazo de paella que nos comimos señores! Ni que decir tiene que es la mejor que he comido nunca. Un manjar y además con bien de hidratos de carbono.





Mientras hacemos la digestión vamos a por el dorsal a la ciudad de las artes y las ciencias, que como venimos viendo en las noticias es un despilfarro de narices, pero no veas si está bonito eh Maki, jodó. Ambientazo de la leche en la feria, alguna comprilla y para casa a relajarse, que los paseos esos que se dan tanto haciendo turismo como yendo de compras con la novia son criminales y cansan más que un 8x1000 en tartán. A la hora de coger el bus de vuelta coincidimos con lo que yo llamo "un tío del atletismo", el típico perro viejo que ha corrido ni se sabe de maratones, que lleva el chandal de cuando era promesa, y que está más calvo que el de la lotería. Un tío majete donde los haya que además de decirnos donde nos teníamos que bajar para regresar a casa también nos aclaró bastantes dudas que teníamos sobre la aproximación del día siguiente al lugar de salida, en fin un crack. Relax en la casa, cena y a la cama que el domingo sería un día duro.  

(No sabíamos lo que nos esperaba)
                                 
Tras dormir 8 horas como los angelitos, suena el despertador y el momento ha llegado, ese momento por el cual he estado entrenando durante cuatro meses, cuatro meses en los que me ha tocado doblar e incluso triplicar sesión, cuatro meses en los que he nadado, corrido y pedaleado como no lo había hecho antes, pero sobre todo cuatro meses en los que a pesar de todo lo anterior he disfrutado como un marrano en un charco. Desayuno, taxi y "para la ciudad de las artes y las ciencias por favor". 

(El antes)

Una vez en el sitio ya, empiezan a aflorar los nervios que no había tenido durante todo el fin de semana, por otra parte es normal, y el día que me deje de suceder dejo de hacer deporte, lo tengo claro. Dejamos la mochila en el ropero, nos hacemos la foto pre-salida, besito a la novia y a "calentar", que consistiría en ir desde el ropero al cajón de salida que me correspondía. Sorprendentemente me coloco unas diez filas por detrás de los pro, en su mayoría africanos, y casualmente al lado de un hombre de Talavera, tiene narices.








(Bestias pardas)
Suena el pistoletazo y los africanos se debieron de asustar o algo, por que no veas como salieron, madre de dios... Yo mientras tanto me abría paso entre algún codazo y algún tropezón, cosa que ya me fastidió los tiempos que llevaba en la chuletilla que me había marcado el míster. Poco a poco me voy colocando y entrando en calor mientras la carrera discurre por la parte más fea, el Cabañal, por muy histórico que sea no me extraña que lo quisieran derruir. Sopla un poquito de aire, y me voy resguardando entre grupitos que voy cogiendo, a ritmo de 3'45'' más o menos. Tengo que decir que ya no iba fino y era el primer 5000 pero me quise autoconvencer de que era porque no había calentado bien. Pasan los kilómetros y sigo sin tener esa finura que tienes cuando vas bien, no voy mal, pero tampoco bien. Paso la media en 1h 19' 16'', un poco más lento de lo que tenía pensado pero quedan kms para mejorar, iluso de mi... A partir del km 25 me viene a ver el hombre del mazo, pero esta vez en su versión más benévola, ya que me atiza de refilón. Bajo un poco el ritmo a ver si me recupero y parece que no, pero tampoco empeoro, así que a ese ritmo hasta meta si es posible (3'55''/km).

El que me conozca y me haya visto correr sabe qué pisada tengo y como doy las zancadas, de metatarso y supinando, pues bien, en ese transcurso del 25k al 35k cambio de pisada totalmente debido a una mala elección de zapatillas para correr, ya que salí con unas voladoras de Nike, las Flynikt Trainer concretamente, y los africanos puede correr 42 kilómetros con voladoras, pero un tío de 71 kg y unos jamones como los que salen de la dehesa extremeña no. Cada pisada de metatarso en un calambre por ambas plantas de los pies, por lo tanto tocaba talonar de lo lindo. También tengo que decir, que la molestia que arrastraba en la planta izquierda no la noté en toda la carrera, así que esa excusa descartada ;)

(¿ y la marca de agua?)

A partir del km 35 activo el modo de supervivencia y me propongo llegar a meta en menos de 2h 45' ya que la chuletilla la había dejado de mirar hace tiempo. Me pasa la gente, pero yo a lo mío que son los higos. El ritmo decrece hasta los 4'10''/km, pero según mis cálculos de andar por casa a ese ritmo si que conseguiría el nuevo objetivo, por lo que ya a partir del km 37-38 empiezo a disfrutar de la gente y del momento, pero eso sí, deseando acabar. La bajada a meta por cierto es acojonante, parece el tour de Francia, un pasillo humano que con cada grito te acercan un poquito más a la meta, además lo de llevar el nombre en el dorsal es la ostia porque la gente te anima como si estuvieras harto de tomar botellines con ellos en el bar, y escuchar el nombre de uno cuando se va tan pegado mola y mucho.

Km 42 y entro en la ansiada pasarela azul, miras a un lado, miras al otro, pero sobre todo miras al frente y a lo que hay al final de esa moqueta. En el cronometro pone 2h 44' 56'', pero yo sé que es menos, concretamente 8'' menos, que si, que son pocos segundos, pero son míos. Paro el garmin, me paro yo, me tiemblan los músculos de las piernas, dedicatoria al que me cuida desde algún lado y final. Ya ha pasado todo. Ha merecido la pena tanto sacrificio y muchas veces tanto dolor.

Mentiría si os dijese que estaba contento nada más cruzar la meta, ya que creo que soy capaz de correr más rápido, pero supongo que esto lo valoraré más a medida que pase el tiempo. 2h 44'44''. Puesto general 145º y 60º senior. Para ser el debut e ir apajarado bastante bien, pero insisto, puedo correr más rápido.

( el después)
                                               

Ahora algunos sueltos:

- Tema organización: para mi de 10. Avituallamientos hasta arriba de alimento y bebida, bien señalado todo, bolsa decente, camiseta brooks, masaje post carrera, bolsa de mandarinas, etc. Muy recomendable por mucho que digan algunos pros.
- Tema estrategia: pecamos de ambiciosos. Tirando de tópico, esto no es bambi, y la gente que ha corrido te lo dice, pero el ser un cabezón es lo que tiene, que hasta que no te pegas la ostia no aprendes. 42 km se hacen muy, muy largos y todo lo que se guarde es poco para lo kilómetros finales. Por lo menos he tomado nota y el míster creo que también.
- Tema técnico: ningún problema de calambres ni de estómago. Esto es importante ya que indica que asimilo bien lo que como y bebo. Otra vez al igual que en el medio maratón de Madrid me equivoqué en la elección de zapatillas y calcetines, pero esta vez no por exceso sino por defecto.

(M)
Y por último, como en las películas, los agradecimientos:

- Al señor Pepe Giner, dueño de Keway, ya que además de surtirme de material, es un tío cojonudo. Este año la vamos a liar en el monte.
- Al señor Dani Arriero, porque no es un manda entrenamientos, sino un ENTRENADOR (además de un buen amigo, evidentemente), capaz de intercalar carreras de MTB, duatlones, trails y demás en la preparación de un maratón. Plas, plas,plas...
- A mis amiguetes de Facebook, Twitter y demás redes sociales, aunque no lo creáis ayudáis y mucho con esos Me gusta.
- A mi madre y hermanos, ya que son ellos los que hacen posible que yo pueda correr básicamente.
- Y sobre todo a ella, que se alegra más de las que cosas que consigo que incluso yo mismo.



Disculpen el ladrillaco, pero creo que la ocasión lo merecía.

Seguiremos informando.


(Guapísmo)