¿Tu también lo has oído?; Crónica marató Pirineu

martes, 23 de septiembre de 2014 13:15 By José Muñoz Sánchez

Si la entrada de Peñalara se hizo de rogar casi tres meses, la de la Marató Pirineu viene calentita calentita, sacada del horno vamos.

Voy a sacar la vena de futuro docente que de vez en cuando me sale para informar un poco a grosso modo en que consiste la prueba.

A pesar de su nombre, la Marató Pirineu no transcurre por los Pirineos, sino que lo hace por la sierra del Cadí-Moixeró, que es un parque natural que está justo delante de los Pirineos, pero como dice el refrán, el perro es mío y lo llamo como quiero. Es la versión corta de la mítica carrera Cavalls del Vent, si, la misma que han cogido los de Salomon y han estrazado igual que a un cochino en la matanza, alargándola 20km y llamándola Ultra Pirineu. Los puristas dicen que se han cargado la carrera y viendo los “pros” inscritos puede ser cierto, pero lo que también es cierto es que la que montan a nivel de infraestructuras y despliegue de medios  es acojonante.


La Marató sale de Bagá, típico pueblo de montaña chulísimo, a la par que independentista (aunque ese tema me da un poco bastante igual) y llega 44 km – ¿no decías que era maratón? – y 2600 metros de desnivel positivo después a Bellver de la Cerdanya; pueblo que no tengo el gusto de conocer ya que cuando quise llegar llevaba los ojos vueltos.

                                     

Mi carrera se puede dividir en dos partes bien diferenciadas, la primera hasta el km 20 que es cuando yo estoy disputando la carrera y la segunda, después del km 20, que es cuando la carrera me disputa a mí.

A las 11.00 de la mañana se daba la salida en la plaza de Bagá, 600 corredores y corredoras dispuestos a sufrir como perros por el Cadí, 1250+ y un calor impropio de la época nos esperaban en tan solo 8 km, que para ponerlo en perspectiva es como si subes dos veces seguidas desde Navamorcuende a las antenas del Píelago. Callejeamos un poco y rápido me pongo en el grupo cabecero, y es entonces cuando decido que voy a arriesgar con la táctica de carrera. Por delante se van 3 corredores y no hacemos ni intentona de seguirles, y por detrás nos quedamos un grupo muy majo de 4 en el que llevamos un ritmo bastante bueno. A medida que vamos ganando altitud voy subiendo un poco el ritmo y los compañeros de viaje se quedan. Llego al control 1(km 8 y 1750m) en 4ª posición y con buenas piernas, pero es justo pasar el control y pego un pequeño brujulazo que me hace perder  la ventaja que llevaba al grupo de detrás. Cojo el camino correcto otra vez y voy solamente unos 10’’ por delante nada más. Intento no ponerme nervioso y seguir el ritmo que llevaba, pero aunque no quiera ya me modifica lo planeado. Al terminar la bajada terminan cogiéndome 2 corredores, hacemos juntos la subida al control 2 (km 14 y 2250m) y ahí ya se me van. En ese momento marcho en 7ª posición y me repito 1000 veces mentalmente que tengo que hacer top10 como sea.

Tras avituallarme en el control 2 y tras una pequeña bajada, comienza la subida al punto más alto de la carrera, el refugio Niu de l´Agila (km 20 y 2600 m). La hago tranquilo pero por detrás veo que se me está acercando gente por lo que una vez coronado, me tiro fuerte en la bajada. Y aquí es donde llega el punto de inflexión en la carrera. La bajada del Niu transcurre por una pista de esquí con una pendiente grandísima y a causa de tanto retener, los cuádriceps empiezan a decir que a donde voy. Me meto un buen chute de sales y parece que la cosa se tranquiliza, pero en cuanto levanto la pierna un poco más de lo normal vuelven a aparecer los calambres, por lo que ya cambio el chip de carrera totalmente y me mentalizo de que me va a pasar hasta el del carro de los helados.

Con más pena que gloria voy haciendo camino hasta llegar al control 4 (km27 y 1500m) y según llego veo al que iba 3º retirado y a otro que me ha pasado bajando dando voces por no sé qué del material, yo mientras a lo mío, no sin sacar un poco la cara por la voluntaria a la que estaba dando voces, y es que el material obligatorio llevaba publicado cerca de 4 meses. Termino la bajada y llego a la última subida, la cual ya hago andando completamente. Ya no solo eran los cuádriceps, a la fiesta también se habían sumado los gemelos, los isquios y atención ¡los abdominales!, poniendo de manifiesto la falta de trabajo del CORE que llevo desde el inicio de temporada (soy un gañan Arri, lo sé).

Termino la bajada y ya solo queda la subida final con su correspondiente bajada a meta. Se me hace eterno hasta que llego al último control de paso, el 5 (km33 y 1800m). Entre medias me ha dado tiempo a pararme en un pilón a beber, a coger un par de palos y usarlos como bastones, a poner y quitar la música 30 veces, ¡ya no sabía ni lo que hacer!, me faltó sacar el móvil y ponerme a jugar al Candy.

Comienza la bajada a meta y ya no es que me la tome con calma, es que hay tramos de bajada que no puedo ni correr por miedo a que se suba todo, pero ya entré en una espiral que me daba todo igual, solo quería llegar. En 10 km de bajada me pasan 7 corredores y ojo,  ¡la primera clasificada!, es la primera vez en una carrera que no sea maratón de asfalto que me pasa la primera clasificada femenina, y lo digo desde la admiración eh, que conste, que la chica iba como un tiro.

                                      

Por fin vislumbro la meta y la sensación esta vez fue de alivio, ni alegría ni dolor (que lo había y mucho) ni nada, solamente alivio de poner fin al calvario que estaba pasando. Puesto 16º general y no se cual senior todavía, y tampoco me interesa. Lo que sí que me interesa es que la lección está bien aprendida y es que hasta que no te pegas de frente contra la pared no te das cuenta de lo que duele, por mucho que te hayan avisado de que es hormigón.




Haciendo autocrítica, tenía un top 5 en las piernas si no hubiera hecho el imbécil saliendo tan fuerte, así como no hubiera penado tanto a nivel muscular si hubiera llevado el trabajo de fuerza al día. Espero que para la próxima no me pase.

Y por último no quería cerrar la entrada sin agradecer a los que en mayor o menor medida han hecho posible que pudiera correr esta carrera, Melani, Adri, Pepe y Merca, ¡GRACIES! Y mención también para el gran Javi Bikila, que me acompañó, corrió y finalizó la prueba, quitándose un poco la espinita del GTP.

Dentro de un mes estaremos de vuelta con la entrada del Amsterdam Marathon, si no hay alguna sorpresa antes…