¡ 2014, allá vamos !

martes, 7 de enero de 2014 14:08 By José Muñoz Sánchez

Toc- Toc, ¿hay alguien por aquí? No será que no he tenido motivos para actualizar, pero como es habitual en mí, he ido dejando los trabajos de la universidad para última hora y no he dispuesto de todo el tiempo  que hubiera querido para enredar por el blog. Si a esto le sumas que ando pelaete de wi-fi últimamente, ya que como muchos sabréis ahora vivo en Talavera por reforma en la casa de Pepino. Mira que Talavera está a solo 8 kilómetros de Pepino, pero me hace un trastorno del copón a la hora de entrenar, ya que no controlo el terreno todo lo que me gustaría. Y es que cuando uno está acostumbrado a lo bueno de su pueblito bueno…. Pero bueno, me queda pizca y ná de estar “encarcelado” en el piso de Talavera y es que, tiene cojones, con perdón, con lo que me he quejado a mi madre y hermanos cuando me mandaban a hacer recados de tener que bajar las escaleras de casa y ahora hasta las echo de menos, porque los recados en una casa de 6 miembros  los hace el hermano chico, eso es así, aunque tengas 24 años como es el caso.

(No había mal plantel)

Desde el maratón de Valencia han pasado bastantes cosas, carreras por monte, algún duatlón cros, entrenamientos molones, carreras de asfalto, etc.,  Pero sobre todo y lo que más hay que destacar es que me ha salido una barba que parezco el rey Gaspar, y que por el momento no tengo mucho pensamiento de afeitarme.

(Liebre de lujo)

Como decía he corrido un par de carrerillas, el duatlón cros de Segurilla y la carrera por montaña Tierras de Viriato, o lo que es lo mismo, “la que hubo en el Piélago”, obteniendo resultados muy similares pero sensaciones muy distintas en carrera, sobre todo marcado por el maratón de Valencia, ya que meterte pa el pecho un duatlón a los 15 días de haber corrido un maratón en 2h 45’ aprox, no es lo más recomendado. Pero para chulo yo y para más chulo encima hice el mejor parcial de la primera carrera a pie, aunque luego en la bici me pasaron por encima, como era de esperar por otra parte. Como le dije a Arri, si este año con una semana de bici hago 4º general y 2º senior, al año que viene entreno  dos semanas y arraso… Bromas aparte, los que me ganaron no eran cojos precisamente, ganó un tal Pelayo, al sprint con el conocido Caimán de Sonseca, Osquitar. Entre medias se metió un máster de Cuenca, que fue el que me hizo polvo básicamente, ya que pegaba unos palos en bici que ni Cancellara subiendo el Kapelmuur en De Ronde y me sacó de punto totalmente. Por detrás cerraba el Top 5 Joselu. Por equipos repetimos victoria como el año pasado. Los Kiwis intratables en Segurilla una vez más, para gozo y disfrute de uno de los componentes más carismáticos del club, a la par que organizador, Pedro Cristalero.


Tras el duatlón, cambio de chip y a preparar la que a partir de ahora será “la del Piélago”. La mini preparación que llevé fue sencilla, ya que secretos tengo  pocos a la hora de entrenar, no es otra que monte, monte y más monte, y si no se puede monte, pues por lo menos que haya desnivel. Unas veces en Santa Bárbara, otras en los muros del pinar de Olías, otras incluso por el casco histórico de Toledo, algunas por el propio circuito de la carrera y por supuesto no podían faltar los entrenamientos por mi terreno de caza que diría Alix, en Pepino.

(Foto: Marquitos Valero)


Así llegaría la cita, y yo podía considerar que llegaba bastante bien de forma ya que había pasado ya un mes del maratón y la fatiga había remitido (un saludo a los que se matan a entrenar y no descansan) y sobre todo al conocer el terreno, llevaba bien clara la estrategia a seguir en carrera. Una de las (bastantes) cosas que me ha marcado a fuego el míster es ir siempre con una estrategia a seguir, es importantísimo, de verdad, sin dejar un pequeño margen a la improvisación, claro está. En mi caso estaba clara, al ser la primera mitad de carrera bastante corrible, abrir todo el gas que pudiera para abrir hueco y así ir menos presionado en las zonas técnicas, que es donde peor lo paso. Y la verdad es que fue todo según lo estipulado, de inicio  y tras los 200 metros más rápidos que he visto en mi vida en una carrera por monte a cargo de Samu, se va Llorens (es cojo) y a su culo Vicente Redondo (otro tullido) ambos de Cuenca, ambos colegas. Yo me quedo un poco por atrás ya que me habían avisado quienes eran. Cuando aumenta el desnivel subiendo a los Pelaos aprieto un poco y cojo a Vicente, de Llorens ya no supe más, y aunque parezca inverosímil suelto a Vicente bajando hacia la carretera. Luego me dijo que estaba lesionado y se estaba recuperando, y fue cuando me cuadró todo jaja. Corono el Monte de Venus (si, se llama así) y llega la primera bajada técnica. Me acompaña en este tramo Alfonso, del Salomon Agisko, que está de miranda hoy pero que él de miranda bajaba silbando y yo en cambió más forzado que los chistes de andaluces. Pasan los metros y Vicente me va recortando hasta que finalmente me pasa al cruzar la carretera por segunda vez, que también es donde empieza la parte más dura de la carrera, por lo que no me cebo. Cortafuegos arriba, corta fuegos abajo vamos manteniendo la distancia, que será de unos 20-30’’, hasta que coronamos las antenas y él se para a beber en el avituallamiento y yo no y es cuando le cojo, pero como la alegría dura poco en casa del que es un cagón bajando, en la bajada me vuelve a soltar, metiéndome 11’’ en meta. Entro 3º general, 2º senior y por equipos primeros otra vez, con su consiguiente lote de productos provenientes del cerdo.

(Equipazo)

Tras esta carrera, seguí entrenando bien, hasta que mitad los excesos de nochebuena mitad un chaparrón entrenando por el monte me dejaron out 3 días. Malestar general y la garganta algo jodida fue el resultado. Entrené otros 3 días bien y es cuando decidí adelantar el descanso, influenciado también por el tiempo, que no ha parado de llover en 5 días. El último entrenamiento del año fue en la I San Silvestre de Pepino, 3km en pañales y con peluca, casi ná. Desde entonces nada más que engordar para la matanza, me han faltado solo las bellotas. Hamburguesas, pizzas, polvorones, pollo frito, algún combinado de whisky y sprite, algún zumito de cebada, roscón… esa ha sido mi dieta, vamos, lo normal en estas fechas.



Para terminar decir, que ya tengo el calendario definido y que hay dos grandes citas, Maratón de Madrid, con el objetivo nada ambicioso de bajar de 3h y el Trail corto de Peñalara 60 k, donde el objetivo va a ser hacerlo decente, y quién sabe, lo mismo hasta disputar un poco con los de delante… yo apuesto por mí y tú, ávido lector, espero que también.