Pa' habernos matao

miércoles, 25 de marzo de 2015 0:57 By José Muñoz Sánchez

Si me llegan a decir hace dos años, cuando afrontaba mi primera carrera por montaña en Hoyos de Manzanares, que iba a estar disputando la victoria en una carrera en la comunidad de Madrid, difícilmente lo hubiera imaginado. Pero con trabajo (que no sacrificio) todo acaba llegando.


Después de una semana de poquita carga de entrenamiento, en fase de asimilación de toda la yesca de la semana anterior  y una visita a mi ángel de la guarda (un saludo A Fernando y otro a la punción seca) me iba a presentar en la salida de la primera prueba del circuito Madrid Táctika Trail, en San Lorenzo del Escorial. 

 El estado de forma se puede decir que era óptimo, pero no puedo evitar "cagarme" antes de cada prueba, y en esta más si cabe dada la participación que iba a haber. Desde el muro de facebook del organizador anunciaba a un tal Luisete, un tal Alvaro García o Raul García Castán (aunque éste último finalmente no correría), y  los que no anunciaron pero también fueron, Luis Pablo Montoya, Chema Martínez y un largo etcétera que todavía no conozco bien pero que daban mucho aplomo a la prueba.

Tras cambiarme y trotar con los compis de Navatrail, me coloco en la línea de salida con la estrategia bien definida, como siempre. Ésta vez iba a ser un poco amarrategui y dejaría hacer a los galgos, y en función de como salieran ya vería lo que hacer.

 Suena el bocinazo y se sale a fuego, y eso que nos esperaban 700+ en 5 km. Chema se pone a tirar y Álvaro y yo nos miramos y no dudamos en colocarnos a su rebufo. En el km uno y pico, en una zona de piedras, vemos que Chema pasa alguna dificultad y decidimos pasarle y abrir un poco de gas. A medida que vamos haciendo camino dirección Pico Abantos, pongo un ritmito majo y Álvaro poco a poco se va quedando. Corono y para abajo, con unos 35-40'' de ventaja. Cojo un poco de aire en la bajada y cuando quiero acordar veo a Álvaro que viene por detrás como un misil, ¡ la madre de dios como ha bajado!, me engancha y empezamos a hacer la última subida juntos. Tenso en algún tramo pero no se descuelga, se ha rehecho el jodío. Coronamos juntos la subida al Portacho y empezamos la última bajada... 

He de decir que algún momento temí por nuestra integridad física. La bajada era preciosa eso si, pero para matarse: piedra suelta, raices, corredores de la carrera corta, curvas, tenía de todo. En las zonas más técnicas se iba él y en las corribles yo. Tras pasar el último punto de control y ver la temeridad que estábamos haciendo decidimos lo que en ese momento (y ahora también lo sigo pensado) nos parecía más inteligente, llegar juntos y no jugarnos el tipo. 

Los dos últimos kilómetros iban a ser ya de pachanga y vuelta a la calma ya que sabíamos que no venía nadie cerca por detrás. En ese tramo me dice Álvaro con una rotundidad abrumadora tras mirar el reloj - ostias tu, hemos ido a toda ostia- y pensé yo junto a mis cuerpo dolorido, como no me digas otra cosa chulo... 

Llegamos a meta con un tiempo de 1h 45' para completar los 18,5 km  y 1400+ del bonito recorrido y  es que una cosa hay que decir bien alto, la carrera estaba organizada de puta madre y eso hay que agradecerlo. 


Ahora haré una parada de competir de un mes aproximadamente, hasta la siguiente prueba del circuito en Torrelaguna. He aprendido de los errores...